Te podemos hablar de lo típico cuando se trata de alojarte en un hotel o en una casa rural, pero nos gusta destacar otras aspectos.

Disfruta de las tumbonas, de la hierba recien cortada, de una siesta bajo la sombra protectora de los alcornoques que pueblan Nidos del Buitre.

Echate una cerveza bien fría (o un refresco!) y toma el Sol como si no hubiese un mañana.

Sal a pasear con el frescor de la mañana, o si eres ave nocturna, descubre la Via Lactea justo sobre tu cabeza en las noches estrelladas.