En un escondido valle, en la ladera de una montaña, rodeado de inmensas piedras y alcornoques, con una vegetación salvaje ... Todo es diferente, alejado de la monótona realidad.

Hubo un día en La Fontañera que el tiempo se detuvo. Los relojes se pararon, y desde entonces todo está casi como en aquel momento. No sabemos cuándo, ni cómo ocurrió...

Disfruta de un lugar único donde descubrirás pequeños detalles que te abrirán los sentidos a experiencias distintas.